jueves, 28 de octubre de 2010

Seleccion de noticias "inquietantes"...

Como se acerca Halloween propongo que nos asustemos un poco con lo que se avecina.

El Santander reduce beneficios y anuncia que no alcanzará los objetivos para final de año

El banco que preside Emilio Botín atribuye el recorte en sus ganancias a la nueva normativa de provisiones del Banco de España.- Hasta septiembre gana un 9% menos con 6.080 millones 

EL PAÍS | EFE - Madrid - 28/10/2010
El Grupo Santander ganó 6.080 millones de euros netos entre enero y septiembre de 2010, un 9,8% menos que los 6.740 millones que obtuvo en el mismo periodo de 2009, según ha informado hoy la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Además, ha avisado de que no alcanzará los objetivos de beneficios anunciados a cierre de junio por el impacto de la nueva normativa contable del Banco de España en su margen de ganancias.
De hecho, el grupo que preside Emilio Botín afirma que hubiera ganado 6.552 millones de euros si no fuera por el impacto de la nueva normativa del Banco de España, que obliga a acelerar las provisiones y le ha supuesto un esfuerzo extra de 472 millones en lo que va de año. Por su parte, la tasa de morosidad se situó en el 3,42% a cierre de septiembre, ligeramente por encima del 3,37% del trimestre anterior y del 3,03% de un año antes, para una cartera crediticia de 715.642 millones, que creció el 6,8% interanual. El mercado ha recibido mal estos resultados y las acciones del banco caían un 1,7% a las 09.15 hasta los 9,2 euros, con lo que se han situado al frente de las pérdidas en un Ibex a la baja.
Los resultados del Santander, el primer banco de España, van en la tónica de los presentados por el resto del sector. Ayer el otro gran banco español, el BBVA, publicó unas cuentas en las que se reflejaba un descenso del 12,2% en su beneficio para el tercer trimestre. Además, el sector se encuentra ante problemas por su implicación en el sector inmobiliario. El Banco de España alertaba ayer a las entidades sobre el riesgo de una guerra de depósitos, al tiempo que subrayaba el peligro de los 180.800 millones que los bancos tienen en activos "problemáticos" relacionados con el ladrillo. De ellos, el Santander afirma que en sus balances están 15.500 millones.

El BBVA critica que las cajas con ayudas compitan perdiendo dinero

El banco pide al Gobierno que no se achique con las reformas

ÍÑIGO DE BARRÓN - Madrid - 28/10/2010
No hay día que algún financiero no opine sobre la velocidad de reestructuración de las cajas y la guerra de los depósitos. El martes fue Emilio Botín, presidente del Santander, y ayer Ángel Cano, consejero delegado del BBVA.
Este ejecutivo pidió que a comienzos del 2011 hubiera un "terreno equilibrado" donde todos jueguen el mismo partido. "No es admisible que una entidad en pérdidas, que ha recibido dinero público, haga campañas de depósitos al 4% que generan más pérdidas para la entidad. Es algo que no hacemos los demás con nuestro propio dinero, así que menos si además es público", advirtió.
Cano comentó que entre marzo y septiembre la entidad captó 12.000 millones procedentes de la competencia. Hasta ahora el BBVA había afirmado que no necesitaba pagar más por los depósitos porque tenía exceso de liquidez. Sin embargo, ayer, el consejero delegado explicó que lo han hecho para "proteger" su clientela. "Ha sido una ventaja que hayamos llegado un año y medio tarde a esta guerra porque así hemos deteriorado menos nuestros márgenes que los competidores", argumentó. Lo que no señaló es si han dejado marchar a clientes rentables.
Sobre los resultados de la entidad, el segundo ejecutivo del BBVA vaticinó que en el cuarto trimestre de 2010 el banco ganará una cifra similar a la de trimestres anteriores. Con estos cálculos, el banco podría cerrar 2010 con una subida del beneficio cercano al 13%. La clave es que en el cuarto trimestre de 2009, poco después de llegar Cano al puesto, la entidad realizó una fuerte provisión que provocó que el resultado estanco de los tres últimos meses fuera casi cero. "No volverá a haber provisiones extraordinarias", aseguró.
El BBVA ganó 3.668 millones, un 12,2% menos, entre enero y septiembre. La causa de este descenso está en el recorte de los márgenes de intereses, producto de la citada guerra por el pasivo. En España, este margen, como todos los demás, descienden y el beneficio se reduce un 6,2%, hasta 1.687 millones. Esta cifra supone el 36,75% del resultado del grupo. La entidad ha intentado compensar la débil situación de España con el negocio más rentable de México y América Latina, donde ha ganado 1.254 millones (el 27,32% del total) y 699 millones (el 15,22%) respectivamente.

El Banco de España alerta de los riesgos de la guerra de depósitos

El regulador pide reducir costes a las entidades que compitan por el ahorro - Los créditos problemáticos ligados al ladrillo se disparan a 180.800 millones

L. DONCEL / Í. DE BARRÓN - Madrid - 28/10/2010
El Banco de España sigue con máxima atención -y relativa preocupación- la guerra de depósitos en la que ha entrado la banca. El mercado español es el único de Europa donde se vive esta tensa situación de máxima competencia por el ahorro de los clientes. Bancos y cajas ofrecen desde el 4% al 4,75% a un año, frente al 1,85% que ofrecen las Letras del Tesoro. Es decir, más del doble.
"Las entidades que acometan estas estrategias deben valorar, en función de sus fortalezas y de su rentabilidad, los retos que les plantean", dispara el Banco de España en el Informe de Estabilidad Financiera publicado ayer. El regulador menciona el estrechamiento del margen que sufren las entidades en los últimos tiempos. Y avisa de que la competencia por la captación del ahorro de las familias se traduce en un mayor coste de los depósitos nuevos, "lo que introduce un elemento de presión adicional sobre las cuentas de resultados". Por todo ello, asegura que esta estrategia "debe ir acompañada de un reforzamiento de la reducción de costes y de un aumento de la eficiencia".
Pero si el Banco de España lanza un toque de atención general, es más directo con las entidades que recibieron dinero público del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). En su caso, dice el informe, "se habrá de actuar con especial prudencia a la hora de acometer estrategias de captación de depósitos precisamente por el apoyo público recibido, y acelerar al máximo la culminación de sus planes de integración y reestructuración".
Fuentes del sector consideran que la guerra por el pasivo debilita al sector en su conjunto. "Es lícito defenderse de los competidores, incluso si se ha recibido ayudas públicas. Pero todo tiene un límite", añaden. "Puede que una caja o un banco gane a corto plazo porque capte más dinero, pero puede perder si al final quiebra una entidad y tiene que acudir a su rescate", dicen estas fuentes. La competencia es libre, lo que dificulta la intervención del Banco de España. Sin embargo, parece claro que si después de este aviso no se apacigua la guerra, el supervisor podría actuar. Sobre todo si detecta que se daña la solvencia del sector, algo que ya ha empezado a suceder.

(La segunda parte del articulo es mas interesante a mi parecer...)

Pero el Banco de España no se preocupa solo por la guerra de los depósitos. También menciona los riesgos inherentes para bancos y cajas del desplome inmobiliario. Los problemas de pago de promotores, constructores y, en mucha menor medida, de los ciudadanos que compraron casas que ahora no pueden pagar lastra cada vez más las cuentas de las entidades de crédito. Mientras que la morosidad al ladrillo ha alcanzado ya el 10,9%, se mantiene en el 4,3% en el resto de actividades empresariales.
Según el documento hecho público ayer, los préstamos problemáticos concedidos para la construcción y la promoción inmobiliaria ascendían el pasado mes de junio a 180.800 millones de euros, con una cobertura del 26,6%. Estos 180.800 millones suponen un 41% de la inversión crediticia total del sector. Es decir, la banca no está segura de poder cobrar 4 de cada 10 euros que ha prestado al mercado que sirvió como locomotora en los años del boom.
El órgano que encabeza Miguel Ángel Fernández Ordóñez elabora esta estadística tan solo desde principios de año, por lo que no se puede analizar la tendencia a medio plazo. Pero llama la atención que en tan solo seis meses el volumen de créditos problemáticos ligados a la construcción haya crecido más del 9%.
Dentro de este saco de préstamos que nadie sabe si finalmente se devolverán, la parte más importante está formada por las deudas ligadas a inmuebles adjudicados y adquiridos por las entidades financieras -ya sea a través de la dación en pago o de otras fórmulas-. Los 70.000 millones que la banca había canjeado el pasado junio suponen casi el triple respecto al volumen de un año y medio antes.
Le siguen en importancia (ver gráfico) los créditos subestándar -aquellos de los que existen indicios que apuntan a que será difícil cobrarlos- y los dudosos -que se refieren principalmente a las cuotas impagadas en un plazo superior a 90 días-. Este tipo de impagos, sobre los que sí existe una base histórica más o menos comparable, han vivido en los dos últimos años una auténtica vorágine. Su crecimiento desde la segunda mitad de 2008 hasta junio de este año supera el 400%.

El cambio del Tratado de Lisboa abre un debate en Europa

Francia y Alemania abren una vía para endurecer la disciplina fiscal y evitar que se repitan nuevas crisis de deuda 

Los jefes de Estado y de Gobierno afrontan divididos, en la cumbre de dos días que comienza hoy en Bruselas, la exigencia de Alemania, que cuenta con el respaldo de Francia, de cambiar el Tratado de Lisboa para endurecer la disciplina fiscal y evitar que se repitan nuevas crisis de deuda como la que ha afectado a Grecia, España, Portugal e Irlanda. La vía a una modificación del Tratado fue abierta la semana pasada por la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en la cumbre bilateral celebrada hace diez días en la localidad francesa de Deauville, pero la reacción de sus socios europeos han sido muy frías.
Merkel tendrá muy difícil convencer a los socios europeos de la necesidad y oportunidad de reformar el Tratado, cuando todavía no ha cumplido un año de vida y necesitó casi diez para ver la luz. España, por su parte, considera que abrir ahora un debate sobre la reforma institucional, teniendo en cuenta que acaba de entrar en vigor el Tratado de Lisboa y el actual contexto de crisis económica, "no parece lo más recomendable", según ha explicado la nueva ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez. El presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, calificó ayer el acuerdo franco-alemán de "inaceptable". Juncker consideró peligrosa la creación de un mecanismo para el tratamiento ordenado de los Estados en crisis "porque puede conducir a que los inversores en Europa no vuelvan a comprar obligaciones".

viernes, 15 de octubre de 2010

La lenta agonía de los bancos


Como ya hemos visto se han hecho bastantes concesiones a los bancos, consecuencia de negociaciones de pasillo después de fuertes campañas de lobbying. Un adjetivo para calificar lo acontecido hasta ahora: opacidad. Aunque podría añadirse “secretismo”. ¿Es esta la reforma de la finanza con promesa de transparencia prometida? Mal augurio para el futuro inmediato. Podríamos señalar del mismo modo una ausencia de transparencia total en cuanto a la aplicación de Basilea III y todo hace pensar que ocurriría demasiado tarde. Es como aquella promesa de reducir en un 20% las emisiones de CO2 en 2050 cuando está previsto que se acabe el petróleo, o no…
Según Nout Wellink, presidente del comité de Basilea, las necesidades de la banca europea se cifrarían en varios cientos de miles de millones de euros. Y ello mientras la gran mayoría de los bancos dice necesitar menos. ¿Quién miente? Si bien los “megabancos” pueden hacer frente a sus nuevas obligaciones gracias a su tamaño (el de todos conocido ahora “too big to fail”) se prevé también un proceso de concentración (gracias al FROB en España) que va a reducir el número de bancos existente. De este modo se conseguirá lo contrario de lo que se pretendía y que era que las entidades no fueran tan grandes que les fuera imposible quebrar.
Mario Draghi, presidente del banco de Italia y del comité de estabilidad financiera (FSB), en lo relativo a los megabancos y de manera bastante inquietante decía: "Esto no ha acabado. Debemos pasar ahora a una segunda fase que es muy, muy importante ". En su opinión los bancos deben aumentar aun su capacidad de absorción de pérdidas superiores a las de Basilea III. « Debemos mejorar la capacidad de esos establecimientos a hacer frente a sus riesgos sin que ello genere perturbaciones importantes en los mercados y sin que haya que recurrir a dinero público», subrayó, a la espera de propuestas de supervisión más importantes para los bancos de importancia sistémica que debe presentar en nombre del G20 para el próximo G20 de mediados de noviembre. Otros cronistas económicos afirman que los ratios que permitirían hacer frente a una nueva crisis financiera serian nada menos que de un 20 a 30%, mucho más que el 7% impuesto por Basilea III. Si se aplicara, el crédito se vería tan afectado que habría que cambiar todo el sistema.
Todo ello no hace más que desplazar el problema hacia los que llaman shadow banking, el banco de la sombra. Un amplio sector que prospera en la actividad financiera donde se mueven entre otros los


hedge funds, trading houses (operadores especializados en el comercio internacional), private equity firms (inversores de muy variada naturaleza que no cotizan en bolsa), o compañías petroleras o de agro business en los mercados de derivados, etc… Es de esperar que tenga lugar una migración del riesgo hacia instituciones mucho menos reguladas que los bancos. Los megabancos han dado ya los primeros pasos creando nuevos hedge funds en los cuales aparecen oficialmente minoritarios.


Poco a poco nos damos cuenta de que “esta” regulación financiera no dejara su imprenta en la historia ya que el riesgo sistémico simplemente se ha desplazado cual torero esquivando al toro.
Mientras tanto el déficit de Irlanda se ha disparado hasta el 32% del PIB por el rescate de la banca.
El Gobierno de Irlanda admitió que el plan de rescate de la banca se eleva ya a 45.000 millones de euros y hay muchas posibilidades de que alcance los 50.000 millones, en función de cómo evolucione en los próximos años el mercado de la vivienda. Tras la última evaluación del agujero bancario, el Banco Central cree que el desastroso Anglo Irish Bank, nacionalizado en enero de 2009, puede llegar a costar por sí sola 34.300 millones de euros. El Estado ha inyectado ya 22.900 millones en el banco, virtualmente quebrado a causa de los activos tóxico e inmobiliarios que deterioraron su balance. Pero el banco necesita unos 6.400 millones de euros más, que podrían incrementarse en otros 5.000 millones.

El Allied Irish Bank, nacionalizado
Las autoridades irlandesas reconocen también la necesidad de fondos extra por parte del Allied Irish Bank (AIB), lo que podría conducir a que el Estado se hiciese con una mayoría de hasta el 90% del capital de un banco que, curiosamente, pasó las pruebas de resistencia a la banca, según las cuales no iba a necesitar más dinero. Solo tres meses después, Irlanda admite que necsita otros 3.000 millones.
El banco no puede acudir a la financiación privada de los mercados en las circunstancias actuales, por lo que el Estado asumirá la garantía de esa recapitalización. "Como consecuencia de estas acciones es probable que el Estado tenga una participación mayoritaria en AIB", indica el comunicado del Ministerio, que asume por tanto la nacionalización de la entidad.