sábado, 7 de agosto de 2010

LOS ESPECULADORES SE APROVECHAN DE SU SUBIDA ¡El trigo te hará rico!

El precio del trigo se ha disparado después de que Rusia prohibiera las exportaciones. | AP
Recordáis lo que comentamos no hace mucho en este blog?
Copio y pego directamente de El Mundo

* Los inversores se han lanzado a comprar materias primas agrícolas
* Un fondo compró hace unas semanas el 7% de la cosecha mundial de cacao

Actualizado viernes 06/08/2010 12:36
El precio del trigo se ha disparado después de que Rusia prohibiera las exportaciones. | AP

El precio del trigo se ha disparado después de que Rusia prohibiera las exportaciones. | AP
Dpa

Munich (Alemania).- La subida de precios de materias primas agrícolas como trigo, maíz y cacao atrae en todo el mundo a los especuladores. Cuanto peor sea la cosecha en los grandes productores, tanto más éxito tienen en propagar el temor a una escasez de alimentos y prometen a los inversores grandes ganancias.

La prohibición de exportar granos anunciada el jueves por Rusia empeorará aún más la situación. "En este momento el mercado se ve dominado por el miedo", afirmó el analista de temas agrícolas del Commerzbank, Eugen Weinberg.

En Internet, algunos servicios financieros calientan el ambiente desde hace meses. "¡El trigo lo hará rico!", anuncia por ejemplo una web de inversiones. Y añade: "El boom de las materias primas apenas ha comenzado". La creciente demanda se enfrenta a una disminución de las materias primas, lo que genera "precios en alza, incluso explosivos".

Los especuladores no son en opinión de Weinberg los causantes del aumento de los precios, pero "pueden acelerar el proceso". BayWa, el mayor comerciante europeo de productos agrícolas, cree en cambio que en algunos mercados tienen una mayor influencia incluso que la propia cosecha o la demanda. "Un 70% es culpa de los especuladores", asegura el jefe del consejo de administración de la firma, Klaus Josef Lutz.

La situación es especialmente grave con el trigo debido a la peor sequía en 50 años que está viviendo Rusia y las inundaciones en Canadá, países que son respectivamente el cuarto y noveno productor mundial del cereal. Ya antes de que Rusia bloqueara las exportaciones los precios del trigo aumentaron un 50%.

Los expertos no creen que se llegue a una crisis alimentaria. "Hay suficientes reservas", señala Weinberg. Sin embargo, los propios productores agrícolas también intentan sacar provecho y hay reticencia a vender a la espera de que los precios suban. Lutz llamó a los campesinos por ello a no especular con los precios.

Quejas de los fabricantes

Las inversiones en los mercados agrícolas no son nuevas, y el índice de materias primas CRB, con el que los inversores participan en el mercado mundial de petróleo, gas, soja y algodón, ya existe desde hace más de 50 años. Lo novedoso es la presencia masiva de grandes inversores que participan con sumas millonarias e impulsan así los precios al alza.

Hace unas semanas se produjo un pico especulativo cuando un fondo británico compró de un solo golpe el 7% de la cosecha mundial de granos de cacao y lo almacenó para venderlo justo antes de la temporada navideña a los fabricantes de chocolate, con un ingente beneficio. El sector se queja desde hace meses de que su principal materia prima se ha convertido en el balón de juego de los especuladores.

Antes, los productores podían calcular ellos mismos el precio en base a informaciones sobre la cosecha y otros indicadores, pero ya no. Lo mismo ocurre con los panaderos, por ejemplo.

Los bancos esperan en el futuro incluso mayores negocios con las materias primas. El estadounidense J.P. Morgan acaba de comprar por 1.700 millones de dólares una gran participación en el comerciante de materias primas RBS Sempra, que era codiciado también por el alemán Deutsche Bank.

Seguramente la política no podrá quedarse sin hacer nada ante el problema, pero Lutz subraya que no se puede actuar de forma nacional o aislada, porque entonces los especuladores se buscarán otro mercado. "Esto es un juego global".

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy Interesante, John. Este video (está en francés,pero se puede ver cómo los agricultores se han vuelto "traiders" por el stock de maiz que están almacenando para especular (ellos dicen "revalorizar" su producción.
Si esto pasa en Europa, imaginemos lo que será en EE.UU que cubre las 2/3 de las exportaciones respecto a la manipulación de los precios en Bolsa.

http://www.youtube.com/watch?v=WJouDIyqr-k&feature=player_embedded#!

Como dice Ch, Pees, al final, autor de "L'arme alimentaire" se juega con la vida y la muerte con eso.
No es sólo lo que e oye, a veces, de que las clases medias japonesas quieren pan y no arroz (ana)

Anónimo dijo...

http://video.google.com/videoplay?docid=5039112951831053451#

Estos videos de la película-documental "Le marché de la faim (1/3)" pienso que son,también, de interés. (ana)

Anónimo dijo...

Boletín de Radio Post. Emisión extraordinaria.

Anónimo dijo...

1 LA ALIMENTACION COMO ARMA DE CONTROL POLITICO

1/7 La historia registra el uso de los alimentos como arma política e incluso instrumento de guerra, a través del agro-terrorismo. En la primera guerra mundial Francia desarrolló patógenos para eliminar a los animales de la caballería alemana; Alemania arrasó con el ganado de Rumania, y con el ganado y el trigo que en Argentina y posiblemente en otros países de Suramérica se había almacenado para exportarse a los aliados en Europa. EE.UU. buscó destruir la cosecha de trigo de Vietnam del Norte en los años 60, e intentó diseminar enfermedades en cultivos de exportación de Nicaragua a fines de los 70. Incluso existen rumores sobre su intención de destruir cultivos y animales. En el control mayoritario del mercado global de granos y otros alimentos básicospor parte de las grandes potencias y sus empresas constituye una amenaza porque su consolidación ha llevado implícita la destrucción progresiva de las capacidades de autoabastecimiento en muchos paises. En estas condiciones, la alimentación es “un arma política”, como lo reconoció el secretario de agricultura de EE.UU., Earl Butz, en 1974, haciéndose eco de lo señalado dos décadas atrás por el senador Hubert Humphrey (más tarde vicepresidente de EE.UU., 1965-69): “He escuchado… que la gente puede llegar a depender de nosotros para obtener sus alimentos. Se supone que esta no es una buena noticia, pero para mí sí lo es, porque antes de hacer cualquier cosa la gente tiene que comer, y si se busca una forma de conseguir que la gente dependa de uno y coopere con uno, me parece que la dependencia alimentaria es fantástica”. Los poderes vinculados al mercado mundial de alimentos básicos han actuado desde una perspectiva estratégica: insertarse en la canasta básica “global” con cereales, lácteos, oleaginosas, carnes, que ellos controlan y venden.

Anónimo dijo...

2/7 La última Ley Agrícola (Farm Bill) de Estados Unidos, firmada por George W. Bush el 13 de mayo de 2002, elevó a 248 mil 600 millones de dólares para los siguientes diez años los subsidios a la agricultura de ese país, concentrándolos principalmente en ocho cultivos: algodón, trigo, maíz, soya, arroz, cebada, avena y sorgo. Con ello, más del 40 por ciento de los ingresos netos de la agricultura de Estados Unidos provienen del gobierno federal, bajo un esquema de apoyos directos que les permite a las grandes agro-empresas como Archer Daniels Midland y Cargill, gigantes del comercio de granos y cereales, inundar los mercados nacional e internacional con precios hasta 46 por ciento por debajo de los costos de producción. Con estas ventajas a su favor, Cargill anuncia en su sitio web como ya si fueran hechos dados, los planes que tiene a nivel mundial:“Somos la harina del pan, el trigo de los tallarines, la sal de las papas, el maíz de las tortillas típicas de algunos países del mundo, el chocolate del postre y el endulzante de los refrescos, el aceite de las ensaladas, y la carne de res, cerdo o pollo en sus comidas. Somos el algodón de su traje, el fertilizante de los campos.” Para lograr este ambicioso objetivo, las corporaciones y los programas oficiales de sus gobiernos han venido trabajando desde hace décadas en un proceso largo y permanente de construcción de hábitos alimentarios. Un ejemplo ilustrativo es la introducción del trigo y la leche en países asiáticos, entre ellos Japón, país que después de la segunda guerra mundial fue ocupada por EE.UU. En esas circunstancias comenzó a importar trigo a gran escala e incentivar la demanda de pan. Lanzó un programa de almuerzos escolares. Los estudiantes eran literalmente forzados a comer pan blanco en el almuerzo y les decían que se taparan la nariz cuando les obligaban a beber la leche obtenida de la leche en polvo descremada que EE.UU. les proveía tan “generosamente”. En los años 60 en el Ecuador, durante la aplicación de la Alianza para el Progreso, Estados Unidos regaló trigo, sémola de maíz, aceite, crías del pollo “broiler” y lácteos, que se impusieron por una supuesta „calidad superior“, y desprestigiando en consecuencia hábitos alimentarios con nuestros productos propios.

Anónimo dijo...

2 EE.UU. SE CONSOLIDA COMO POTENCIA AGRO-EXPORTADORA

3/7 Para 1930, el modelo agrícola de EE.UU. ya había provocado degradación de sus suelos. Esto, sumado a una fuerte sequía de varios años, provocó la ruina y la migración de muchos pequeños agricultores del oeste medio. De esta manera, la depresión económica que afectó a ese país en esos años, también se manifestó en el sector agrícola. Roosevelt, presidente de EE.UU. a la fecha, implementó la política del New Deal, que implicó una fuerte intervención estatal para revertir el proceso. Se impulsaron leyes y programas para disminuir la producción y estabilizar los precios a través de subsidios; adquirir y almacenar por cuenta del estado los excedentes de cultivos, con precios de sustentación; abaratar y mejorar las fuentes de financiamiento; construir obras públicas como: irrigación, electrificación, caminos, conservación de suelos. El apoyo gubernamental directo fue una condición importante para viabilizar la producción agrícola. Los agricultores se habituaron a que una parte sustancial de sus ingresos sean los subsidios. Bajo el sistema de Roosevelt, el Congreso estableció un precio mínimo por bushel aproximado al costo de producción. Si las comercializadoras ofrecían un precio más bajo que aquel mínimo establecido, los agricultores podían pedir préstamos a la Corporación de Crédito para los Productos Básicos (Commodity Credit Corporation) por un valor igual al precio mínimo de cada tonelada producida y no vendida; así estos préstamos ayudarían a la supervivencia del agricultor hasta que los precios suban el siguiente año. Si esto no ocurría los agricultores tenían derecho a ceder la producción no vendida al gobierno, sin pagar el préstamo. La compleja red de subsidios explícitos y ocultos bajo la apariencia de transacciones comerciales se convirtió desde entonces en un puntal del crecimiento agrícola de EE.UU. Europa, cuya producción agrícola y pecuaria fue seriamente afectada por la II GM, demandaba significativamente productos agrícolas de EE.UU. Este hecho y el sistema gubernamental de apoyo a la agricultura en EE.UU. hicieron crecer la producción de cereales a de este país a un ritmo acelerado, aumentando de manera insostenible los excedentes adquiridos por el gobierno. En 1954 se habilitó como bodegas a una flota de transportes de guerra anclados. Ese mismo año, el Congreso de EE.UU. aprueba la Agricultural Trade Development and Asistance Act, más conocida como Public Law o PL 480, que en su inicio permitía vender a gobiernos extranjeros alimentos a crédito, en condiciones favorables; vender y hacer donaciones gratuitas en casos de desastres o de apoyo a programas de desarrollo que distribuyeran alimentos entre sus beneficiarios; donar alimentos a través de agencias de caridad.

Anónimo dijo...

4/7 En 1959, dentro de esta misma ley se estableció el programa “Alimentos para la Paz” (Food for Peace), con el cual EE.UU. prestaba dinero a otros países, con tasas de interés bajas, para comprar alimentos de EE.UU. De esta manera, utilizó la PL 480 para beneficiar a sus agricultores e imponer sus políticas en los países “receptores de la ayuda”.Desde sus inicios, la PL 480 incidió favorablemente en las exportaciones de EE.UU: 5 años después de haber entrado en vigencia, el 28% de las exportaciones de granos ya recibían los apoyos previstos en esta ley. Una de las mayores expresiones del poder agro-exportador de EE.UU., con ayuda de la PL 480, tiene que ver con la soya, la oleaginosa que más se produce en el mundo. De un total de 310-320 millones de toneladas de oleaginosas producidas anualmente, la soya representa 170-180 millones de toneladas, lo que significa el 55% de la producción mundial de oleaginosas, controlada por EE.UU., además de Argentina y Brasil. Los productores de soya en Estados Unidos están representados por la Asociación Americana de Soya (ASA, que fue creada hace ochenta años para promocionar el cultivo e incrementar las ganancias del sector. Hoy esta asociación tiene mucha influencia en la política agraria de Estados Unidos. En el año 2002, ASA desplegó una fuerte campaña para que el gobierno, dentro de la Ley Agrícola, incremente los pagos que el gobierno hace a los soyeros. Ahora ellos reciben US$ 1.300 adicionales por cada 100 acres sembrados. A través del programa de desarrollo de mercados, que funciona principalmente con fondos del USDA (ministerio de agricultura de EE.UU.) y ASA se ha logrado promover el mercado de soya estadounidense en 80 países del mundo, y exportar 1,1 mil millones de bushels. En 1984 ASA abrió una oficina en Caracas como punto de expansión del mercado de la soya en América del Sur. Posteriormente abrió oficinas en otros continentes con iguales propósitos. En esos mismos años, una estrategia muy importante en la captura de mercados fue promover al aceite de soya como un aceite de óptima calidad, y a la soja como un alimento sano

Anónimo dijo...

3 CUANDO LA AYUDA ALIMENTARIA ES PARTE DEL NEGOCIO: LA LEY PL 480

5/7 Países percibieron una oferta atractiva: recibir cereales a precios bajos, pagaderos en moneda nacional no convertible, que debía ser gastada en el mismo país. Esta opción, en manos de gobiernos sin voluntad ni capacidad para enfrentar problemas agrarios en sus países, resulta irrenunciable, aún cuando esta “ayuda” no coincida con la cultura alimentaria de los países receptores. Por ejemplo, República Dominicana o Nigeria, sin condiciones para el cultivo del trigo y por lo tanto fuera de su dieta tradicional, tuvieron que instalar molinos para transformar el trigo en harina, abrir panaderías y promover su consumo. Hasta destinaron subsidios propios para volver atractivo el consumo de pan en las urbes. Ecuador, que durante siglos fue auto-suficiente en trigo, recibió este cereal desde EE.UU. a un precio menor al interno, con lo que se desalentó la producción nacional. A pesar de tener todas las condiciones necesarias para autoabastecerse, importa el 99 por ciento del trigo que consume en la actualidad. La historia del Ecuador no es un caso aislado sino una ilustración de un proceso generalizado: la sustitución por importaciones de la producción nacional. Esto resulta una “curiosa paradoja de las décadas de los cincuenta y sesenta: mientras se trataba de sustituir importaciones industriales, se promovía la importaciónde alimentos básicos, mucho más críticos e importantes en términos de soberanía que los autos o las refrigeradoras”. La ayuda alimentaria de EE.UU. definía el tamaño y las condiciones de operación del mercado mundial: entre 1956-1960 abarcaba el 31.8% del mercado mundial de trigo, entre 1961- 1965 llegó a 35.6%. La ayuda alimentaria representó, en cada caso, el 69.5% y el 71.1% de las exportaciones de EE.UU. Este fenómeno creció hasta que EE.UU. consolidó un mercado para sus prductos. Las exportaciones de trigo a través de la PL 480 alcanzaron en 1965 su nivel más alto, 15 millones de toneladas. En adelante el volumen de alimentos entregados como ayuda disminuyó porque ya se había alcanzado el propósito de crear nuevos mercados, ya sea introduciendo el consumo de trigo en países que antes no lo consumían, o desplazando las producciones nacionales. El Servicio de Investigaciones del Congreso de EE.UU., en un informe de 1994 estipula claramente: “La ayuda alimentaria estadounidense ha sido una importante herramienta en la expansión de mercados comerciales para la exportación de productos agrícolas estadounidenses”. La ayuda alimentaria ha sido una importante herramienta en la producción agrícola estadounidenses. Según el informe, esta ayuda “ha permitido colocar productos que no habrían sido exportados en ausencia de un financiamiento concesional lo que en consecuencia ha permitido aumentar el total de las exportaciones de EE.UU.” La ayuda alimentaria de EE.UU. fue un mecanismo para consolidar la hegemonía de las empresas transnacionales que dominan el comercio mundial de cereales: Cargill y Archer Daniels Midland, con base en EE.UU.; Louis Dreyfus Co de Francia, André de Suiza y Bunge Corporation. El gobierno de EEU daba los préstamos para adquirir los cereales que eran vendidos por estas compañías, que recibían el dinero al contado. Las transnacionales recibieron otro beneficio. Una parte del pago del crédito, cuando éste se hacía en moneda nacional no convertible, se destinó a financiar el establecimiento de empresas extranjeras en los países receptores.

Anónimo dijo...

6/7 Se establecieron filiales que se ocupaban de muchas actividades, entre ellas moler el trigo de la “ayuda”, como lo hizo Continental Grain en Zaire, Ecuador, Puerto Rico y Venezuela. Si bien el gobierno diseñó la política de ayuda alimentaria, sus gestores fueron entes privados. Esto explica que la expansión de esas transnacionales de EE.UU. coincidió temporalmente con la de la ayuda alimentaria, y en base a una estrecha relación entre lo público y lo privado. Estas transnacionales no producen nada. Los cereales y alimentos que comercializan son cultivados por millones de productores en todo el mundo que enfrentan los mayores riesgos. Además, estas empresas controlan muchos de los servicios que giran alrededor de la producción y venta de granos (graneros, transportación, almacenes, muelles). También controlan buena parte de los subsidios y la transformación de los productos. Venden y compran en muchos lugares del mundo, intervienen con diferente rostro, nombre y modalidad organizativa, en varias etapas de la cadena alimentaria. Los alimentos que llegan a los consumidores no tienen su marca, pero tienen su huella invisible. Estas corporaciones son la mejor muestra del capital transnacional actual, a la vez promotoras y agentes de políticas: promueven en EE.UU. las políticas agrícolas internas, el manejo de las tarifas proteccionistas y los subsidios públicos, y actúan al mismo tiempo como instrumentos de la política de su país. En la administración de Richard Nixon, el Secretario de Agricultura, Earl Butz, fue miembro de las directivas de varias corporaciones agroindustriales antes de asumir ese cargo público. Otro caso se dio entre 1984-1987, bajo un programa de “intercambio ejecutivo”, un vicepresidente de Cargill Ltd, subsidiaria canadiense de Cargill Inc asesoró al gobierno de Canadá en la redacción de la política agrícola del gobierno de Brian Mulroney, quien firmó el primer TLC con EE.UU. en 1990. La ayuda alimentaria cumplió también un rol político, pues pese a su enunciado humanitario fue utilizada para forzar la aplicación de políticas de su interés. Durante la guerra fría, Yugoslavia, socialista e independiente, recibió ayuda alimentaria, no así el gobierno socialista de Salvador Allende en Chile, al cual se le negó la ayuda concedida a sus predecesores y se la reanudó con el dictador Pinochet. En efecto, antes del sangriento golpe militar, EE.UU. negó a Chile una petición para la importación, al contado, de trigo, debido a una “decisión política de la Casa Blanca” Pero pocas semanas después del golpe, Chile recibió a través de los programas del Commodity Credit Corporation millones de dólares para importación de trigo y 28 millones de dólares para la de maíz. Incluso en el año fiscal 1974-75 se usó el PL 480 para canalizar 52 millones de dólares al gobierno de Pinochet. En 1976, Chile recibió 55 millones de dólares, el 85% de lo otorgado a toda América Latina. La ayuda alimentaria dada a Camboya y Vietnam cuando estos dos países estaban inmersos en una guerra en la que EE.UU. defendía sus propios intereses, también ilustra la manipulación política que está detrás de esta ayuda. Los dos países recibieron casi la mitad de la ayuda alimentaria dada en la década de los setenta.

Anónimo dijo...

7/7 Esta era parte del abasto militar. En plena guerra fría, EE.UU. envió alimentos a Chiang Kai Shek para fortalecer su régimen contra la insurgencia liderada por Mao Tse Tung. También envió alimentos a Italia y Francia en el mismo período, para bajar el descontento social. Así mismo, según un estudio de Wilma Salgado en los ochenta, la mayor parte de la ayuda alimentaria de EE.UU. se canalizó a Egipto, dada su importancia estratégica en el Medio Este, y en segundo lugar a El Salvador, cuando este país atravesaba un proceso de insurgencia. La ayuda alimentaria también le ha servido a Estados Unidos para impulsar el libre comercio. Desde mediados de 1980, a partir de la publicación del Acta de Seguridad Alimentaria de 1985, Estados Unidos está vinculando la ayuda alimentaria con la aplicación de las reformas de libre mercado en el sector agrícola de los países receptores de dicha ayuda. Los denominados “Alimentos para el Progreso” se han orientado a estimular a los países receptores de dichos alimentos a “desarrollar sistemas económicos más abiertos”… “promoviendo reformas de mercado en la agricultura” Y ha servido además para chantajear a los países. Durante el proceso de negociación del TLC con EEUU, la agregada agrícola de ese país, Melinda Sallers, advirtió al Ministro de Agricultura, Pablo Rizzo, y al Jefe Negociador, Manuel Chiriboga, que podrían interrumpirse las donaciones de trigo, cebada y otros cereales, contempladas en el programa PL 480. El ministro admitió públicamente que se trató de una presión dentro de las negociaciones del TLC. Previamente, a partir de la implementación del Plan Colombia, Estados Unidos aumentó la ayuda alimentaria canalizada al Ecuador. A partir de la publicación del Acta de Seguridad Alimentaria de 1985, EEUU vincula la ayuda alimentaria con la aplicación de las reformas de libre mercado en el sector agrícola de los países receptores de dicha ayuda. Antes de II GM todas las regiones del mundo, con excepción de Europa Occidental, eran autosuficientes en cereales, por lo que el mercado mundial de granos era relativamente pequeño. Pero las políticas adoptadas por EE.UU. ayudaron a este país a colocarse como primer exportador. Entre 1954-1956, controló el 40% del mercado mundial de cereales. Entre 1960-1962, pasó al 50%. Entre 1971-1972, alcanzó el 75%. Esta tendencia se mantiene. Al mismo tiempo, debido principalmente al rol jugado por la ayuda alimentaria, muchos países del Sur perdieron autosuficiencia y pasaron a ser importadores netos de cereales. Según la FAO, estos países ya se convirtieron en importadores netos desde hace más de veinte años. Entre 1981-83 importaron casi 70 millones de toneladas anuales de cereales, con un valor próximo a los 15.5 millones de dólares.

Anónimo dijo...

Fin de la emisión extraoridnaria de Radio Post.

Happy Weekend!!!!!!

Paco.

Anónimo dijo...

Paco, !qué completo! Esto es multicereales (ana).